Ha aparecido Sora bastante nerviosa… ¡Las puertas están nuevamente abiertas y eso es peligroso! De repente ha salido Jaqueline Esparraga con su séquito de piratas. Enseguida nos hemos dado cuenta de que esta capitana no está muy en sus cabales. Sora no para de preguntarle si le puede ayudar, pero Jaqueline solo mira sus anillos y no para de decir que todo eso lo ha conseguido en sus cientos de misiones ganadas. Después de que Sora insista e insista, Jaqueline le dice que tiene la solución, ya que por la noche aparecen las almas de los piratas que forman el séquito de los sincorazón. Anoche decidieron atacar a este poblado y robar esos objetos que tanto preocupan a Sora. Jaqueline nos ha explicado que las monedas de oro que han dejado a cambio son el tesoro más preciado de la isla, y seguro que los sincorazón están dispuestos a hacer un trueque.
¡Cuidado! ¡Son los piratas sincorazón! Han venido a contagiar a los niños. Los que se han contagiado formarán un grupo de piratas con los sincorazón, y el resto lo formarán con Jaqueline y su séquito.
¡Lo hemos conseguido! ¡Hemos cambiado las monedas por los objetos robados! Pero ha sido demasiado fácil. Sora se pregunta porque. Jaqueline se da cuenta de que nos han tendido una trampa. Nos han dejado intercambiar las monedas porque el objetivo de los sincorazón ya está conseguido. Han tenido las puertas el tiempo suficiente para que se volviesen a entrar las almas oscuras.